miércoles, 17 de octubre de 2018

Un otoño, una biblioteca, un pájaro.

Caíste de un árbol doméstico quizás,
volaste como hojas ocres en otoño,
mientras otras hojas se posaban en los libros.
Llamaste a mi ventana como castaña madura.
Me acerqué como suave brisa, sigilosa.
Octubre pasará a mi historia.
Dejaste que mi dedo se posara en tu cabeza,
te rocé las plumas un buen rato,
esta vez no fuiste mal agüero,
quedará ese tiempo para siempre en mi recuerdo.
Aunque no te vuelva a ver,
en tu pelo llevas mis huellas.

No será este otoño como el resto.